Cargando...
Las cubiertas para piscina son un accesorio muy útil para diferentes tipos de piscina.
Hoy en día son utilizadas por mucha gente, porque ahorran esfuerzo en el mantenimiento y se conserva mejor la temperatura del agua.
Hay muchos tipos diferentes de cubierta para piscina. En Piscinazos Cádiz trabajamos con todas ellas, y podemos instalarlas para cualquiera de nuestros clientes.
Si escoges la opción de las cubiertas altas, optarás por una estructura fijada al suelo y que contiene varios paneles transparentes.
Es un espacio amplio donde podrás caminar sin problema, e incluso colocar algún mobiliario.
Existen dos tipos de cubiertas altas. Por un lado, las fijas permiten tener una piscina cubierta todo el año, e incluso se pueden adosar a tu casa.
Por otro lado, las cubiertas telescópicas son ajustables, y se pueden quitar si es necesario.Normalmente esta es la opción preferida por la gente, porque añade un gran valor a tu piscina.
Otra opción son las cubiertas bajas para piscina. A diferencia de las cubiertas altas, estas ofrecen menos libertad y restringen un poco más el movimiento.
Su altura máxima es de 1,5 metros, aunque por lo general son más bajas. Al igual que las altas, las hay fijas y telescópicas, que pueden abrirse parcialmente para poder ser usadas o retirarse por completo cuando se desee.
Normalmente recomendamos esta opción cuando no existe espacio suficiente para instalar una cubierta alta pero aun así se quiere mejorar el mantenimiento de la piscina y alargar la temporada de uso durante el año.
En el siguiente nivel se encuentran las cubiertas planas para piscina. La altura de estas es de unos pocos centímetros con respecto al nivel de la coronación. Con ellas puedes proteger la piscina de la suciedad del exterior y evitar caídas de niños o mascotas.
Además, permiten tener un mayor control sobre la temperatura del agua, y se adaptan perfectamente a cualquier tipo de piscina, con un resultado muy estético.
En este caso existen 3 tipos diferentes de cubierta plana. Por un lado las cubiertas planas móviles, que se montan en diferentes módulos para poder abrirse y cerrarse.
En segundo lugar, las cubiertas de lamas, que se pueden enrollar de forma automática para ahorrarte ese trabajo.
Y, finalmente, las cubiertas rígidas y transitables, con las que puedes disponer de todo el espacio que ocupa la piscina mientras no está abierta.
Por último, tienes la opción de instalar un cobertor para piscina.
Son más económicos y asequibles que el resto de cubiertas, aunque por ello son menos recomendables. Son una solución temporal que puedes instalar mientras piensas qué tipo de cubierta rígida prefieres a largo plazo.
Con esta opción evitarás que entre suciedad en el agua y, hasta cierto punto, también sirve para evitar caídas, aunque son menos efectivos que una cubierta plana.
Existen 3 tipos diferentes de cobertores entre los que puedes escoger. Para empezar, un cobertor automático con el que se puede descubrir y cubrir la piscina fácilmente gracias a un motor.
Los cobertores enrollables manuales serían la segunda opción, y estos se mueven con una manivela, de forma manual. Y, por último, las típicas lonas para piscina que se suelen colocar ancladas para largas temporadas.